MI MÁQUINA DEL CAMBIO


Debo pensar más en mí mismo, sentir, descubrir y neutralizar lo que más me afecta. Adiestrarme en el presente, en el aquí y ahora, en ver las cosas tal y como son; sin dejar que los anteriores estados de ánimo las empeñen y desvirtúen...

Tengo que cambiar mi mentalidad, darme más seguridad y comodidad, para disfrutar la fuerza vital, mental y sexual que tengo. Tengo que superar las barreras de la inmovilidad, del fracaso, de la mediocridad, de la ignorancia, de los prejuicios. Tengo que hacer la reingeniería de mí mismo...

Dejar la autorrealización en manos de otros, es un error; adorar a cualquier hombre por sí, es un error y una limitación; desconfiar de mí para confiar en un instructor, es una debilidad. Nadie puede ascender sino encuentra el aleccionamiento de su guía interior...

La iniciativa me debe conducir al afán de la superación, a mí búsqueda interior, al árbol de la sabiduría, a la cueva de la riqueza y al deseo de progresar, de perfeccionarme y de desarrollar los elementos que más me puedan transformar. La verdadera libertad está en mi camino, en mi mente libre y blanqueada...

No, no, no…no deseo seguir cargando mi miseria interna y externa; daré el salto definitivo y atraeré a esa persona más integra, más poderosa...

Tengo que salir del infierno y del paraíso interior. Tengo que lograr integrarme al cambio de mis actitudes negativas que me atan y de conducirme a niveles de miras y de conciencia...

A un mes de la fecha 21 de diciembre de 2012, tengo que cambiar algo en mí que no me gusta, aunque sea pequeño, y tengo que hacerlo todos los días.
Para avanzar tengo que dominar mi mente y no que ésta me domine. No debo aferrarme a la rutina, a la mediocridad, al aburrimiento, a la indolencia, que me conducen al fracaso de mis iniciativas, a la inercia, a la falta de compromiso...

No debo apostarles a las pequeñas faltas que hasta una hormiga pueda combatir. Una persona que no aspira a su liberación no es consecuente con su destino, ni hace nada por cumplirlo...

Uno puede ser diferente y seguir siendo el mismo...

Debo trabajar con mi máquina del cambio, trabajar sobre y contra mí mismo. La persona que trabaja sobre sí mismo se va liberando de esa naturaleza muerte interior que la gobierna y de la que hay que liberarse. Sólo una nueva persona y lúcida en sus acciones y completando su desarrollo interior, que beba las fuentes de una autentica moralidad y rechace la burda conciencia supuesta; que no haga de su reafirmación estúpida y patológica de su ego, podrá ser el artífice del cambio esperado.

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